Dentro de los cinco agregados (pañcakkhandha) que conforman la experiencia condicionada según la enseñanza del Buda, el segundo es vedanā-khandha, el agregado de la sensación o sentimiento. En este contexto, vedanā no se refiere a emociones complejas como en el uso moderno del término “sentimiento”, sino más bien a la experiencia básica de placer, displacer o neutralidad que acompaña a todo contacto sensorial.
¿Qué es vedanā?
En el Canon Pali, vedanā se define como la respuesta afectiva inmediata al contacto (phassa) entre los sentidos y sus objetos. Toda experiencia sensorial conlleva alguna forma de vedanā.
Existen tres tipos básicos de sensación:
- Sukhā vedanā – sensación placentera
- Dukkhā vedanā – sensación dolorosa
- Adukkham-asukhā vedanā – sensación ni placentera ni dolorosa (neutral)
Y estas pueden experimentarse a través de seis puertas sensoriales:
- Ojo (visual)
- Oído (auditiva)
- Nariz (olfativa)
- Lengua (gustativa)
- Cuerpo (táctil)
- Mente (mental)
Esto da lugar a las dieciocho clases de vedanā mencionadas en algunos textos como el Vedanā-sutta (SN 36.6).
Vedanā y el surgimiento del deseo
El Buda enseñó que el aferramiento y el deseo (taṇhā) tienen su origen en la sensación. Esto se explica claramente en la cadena de origen dependiente (paṭicca samuppāda), donde del contacto surge la sensación, y de la sensación surge el deseo.
“A partir del contacto como condición, la sensación; a partir de la sensación como condición, el deseo.”
— Phassapaccayā vedanā, vedanāpaccayā taṇhā (DN 15, Mahānidāna Sutta)
Por eso, vedanā-khandha es un punto crucial en la práctica contemplativa: observar con claridad cómo reaccionamos a las sensaciones —buscando prolongar las agradables, evitar las desagradables o ignorar las neutras— revela los mecanismos del sufrimiento y el ciclo de samsāra.
Contemplación de vedanā en la práctica
La atención plena a la sensación (vedanānupassanā) es una de las cuatro bases de la atención plena (satipaṭṭhāna), descritas en el Satipaṭṭhāna Sutta (MN 10, DN 22). Esta práctica implica:
- Reconocer el tipo de vedanā en cada momento.
- Observarla sin reaccionar o identificarse.
- Comprender su carácter condicionado, impermanente (anicca), insatisfactorio (dukkha) y no-yo (anattā).
Esta observación repetida y penetrante permite cortar el vínculo entre sensación y deseo, lo cual es esencial para el surgimiento de la sabiduría (paññā).
En resumen, vedanā-khandha representa una función clave en la dinámica del sufrimiento y su cesación. No es la sensación en sí lo que causa sufrimiento, sino la forma en que reaccionamos a ella. Por eso, el entrenamiento en mindfulness (sati) y ecuanimidad (upekkhā) frente a vedanā es una vía directa hacia la liberación.