Cuando las personas preguntan: “¿Cuál es la mejor tradición?”, suelo hacer una reflexión importante.
El Buddhismo, en su totalidad, debe ser visto como una religión viva, en el sentido de que ha evolucionado de diferentes maneras con el tiempo. Esto no significa que una corriente buddhista sea mejor o más importante que las demás.
Antiguamente, se denominaba “vehículo menor” a toda tradición que no fuera Mahayana, bajo la idea de que era solo un camino introductorio, completado únicamente al ingresar al buddhismo Mahayana (vehículo mayor). Esto es una visión errónea, ya que ambos vehículos son completos en sí mismos.
El Buddhismo Vajrayana suele considerarse el camino más rápido hacia la iluminación, pero esto depende del contexto y la preparación del practicante. No se trata de un proceso automático ni garantizado, sino que requiere un nivel de compromiso y entrenamiento específico. En última instancia, el progreso en cualquier tradición es personal, y cada practicante avanza a su propio ritmo.
En nuestros espacios, nos enfocamos en los primeros 700 u 800 años del Buddhismo, desde el nacimiento del Buddha hasta el periodo del buddhismo temprano, que abarca unos 200 años de la era común. Esto no se debe a una postura despectiva ni a la creencia de que esta etapa sea superior, sino a que el buddhismo Mahayana, al expandirse, integró muchas enseñanzas y prácticas propias de las culturas donde se estableció. Esto no lo hace menos válido, sino simplemente diferente de las formas más tempranas de la enseñanza.
Ya en tiempos del Buddha, la comunidad monástica tenía diversas divisiones según distintos enfoques, y esto no fue censurado por él. Tras su muerte, surgieron alrededor de 16 escuelas dentro del llamado “periodo sectario”, de las cuales solo el Buddhismo Theravāda perdura hasta nuestros días como la única tradición monástica sobreviviente de las antiguas escuelas nikāya. Sin embargo, muchas ideas y enseñanzas de otras escuelas también fueron incorporadas en el Mahayana.
El Buddhismo en el Tíbet, a pesar de estar geográficamente más cerca de la tierra natal del Buddha, se desarrolló mucho más tarde debido a las dificultades para atravesar la cordillera del Himalaya. Por esta razón, el Buddhismo se estableció primero en China y otros países vecinos. Sin embargo, la tradición tibetana se desarrolló con influencias directas de la India y Nepal, más que de China.
El Buddhismo tibetano se divide en cuatro principales tradiciones: Nyingma, Kagyu, Sakya y Gelug.
El Buddhismo chino (Chan) también se divide en cuatro tradiciones principales: Linji, Tierra Pura, Huayen y Tiantai.
El Buddhismo Zen es la corriente que se estableció en Japón.
Cada tradición responde a las diferentes necesidades y capacidades de las personas. Es importante destacar que, cuando el Buddhismo comenzó a expandirse fuera de la India, países como Tíbet, China y Japón ya tenían sistemas culturales y religiosos establecidos. En lugar de imponerse, el Buddhismo se adaptó e integró elementos de cada cultura.