2 REFUGIO EN EL DHAMMA

El Dhamma también implica una doble referencia. En el nivel primario la palabra “Dhamma” significa la enseñanza del Buddha -el conjunto de doctrinas conceptualmente formuladas y verbalmente expresadas, que fueron enseñadas por, o derivadas de, la figura histórica de Gotama-. Esta enseñanza, llamada “la transmisión” (āgama), está contenida en el Tipiṭaka -o tres colecciones de escrituras- y en los Comentarios y las obras expositivas que los explican. Las tres colecciones son:

Vinayapiṭaka,
Suttapiṭaka,
Abhidhammapiṭaka.


El Vinayapiṭaka reagrupa todas las reglas y normas monásticas que detallan la disciplina para los monjes y monjas buddhistas.

El Suttapiṭaka contiene los discursos del Buddha, exponiendo su doctrina y la práctica de su sendero.

El Abhidhammapiṭaka presenta una exposición de la esfera de la realidad, desde el punto de vista de un conocimiento filosófico preciso, que analiza la realidad en sus elementos constitutivos fundamentales y muestra cómo estos elementos se unen entre sí a través de una red de relaciones condicionales.

El Dhamma, que se transmitió verbalmente y que está contenido en las Escrituras y Comentarios, sirve para comprender a un nivel más profundo el significado de las palabras y expresiones del Buddha. Se trata del Dhamma del logro verdadero (adhigama), que comprende el sendero (magga) y la meta (attha). La meta es el fin último de la enseñanza, el nibbāna, la cesación completa del sufrimiento, el estado incondicionado fuera y más allá de la rueda de fenómenos impermanentes que constituyen el saṃsāra.

Este objetivo debe ser alcanzado por una ruta específica, un recorrido práctico que conlleva su resultado, concretamente el Noble Óctuple Sendero -Visión o Perspectiva Armoniosa, Orientación Armoniosa, Habla Armoniosa, Acción Armoniosa, Medio de Vida Armonioso, Ejercicio Armonioso, Atención Armoniosa y Unificación Mental Armoniosa-. El sendero se divide en dos fases, un sendero mundano y un sendero supramundano. El sendero mundano es la etapa de aplicación que se desarrolla cuando sus factores se cultivan en la vida cotidiana y en períodos de práctica intensiva. El sendero supramundano es un estado de sabiduría-consciencia que surge cuando todas las condiciones necesarias para llevarlo a cabo están completamente maduras, por lo general en la cima de práctica intensiva. Este sendero representa en realidad un estadio en la experiencia de la iluminación, que tiene la doble función de la consecución del nibbāna y la erradicación de las impurezas.

El sendero supramundano llega sólo en grandes avances momentáneos que, cuando suceden, producen transformaciones radicales en la estructura de la mente. Estos avances son en número de cuatro, que se llama los Cuatro Pasos. Los cuatro se clasifican según su capacidad de romper los cada vez más sutiles grilletes causantes del saṃsāra.

El primer paso, el gran avance inicial hacia la iluminación, es el paso de entrada en la corriente (sotapattimagga), que erradica las ataduras de la visión que reafirma el ego, las dudas y el aferramiento a ritos y observancias erróneos.

El segundo, llamado el paso del que retorna una vez (sakadagamimagga), no corta ninguna atadura, sino que debilita sus raíces subyacentes.

El tercer paso, el del que no retorna (anagamimagga), elimina las cadenas del deseo sensual y la mala voluntad.

Y el cuarto, el paso del arahat (arahattamagga), elimina las cinco cadenas restantes -el deseo por la existencia en las esferas del ser material e inmaterial, la vanidad, la inquietud y la ignorancia. Cada paso-momento es seguido inmediatamente por varios momentos de otra experiencia supramundana denominados “fruición” (phala), que se presenta también en cuatro estadios correspondientes a los cuatro pasos. La fruición marca el gozo de liberarse de las impurezas llevado a cabo por el paso precedente. Se trata del estado de liberación o libertad de la experiencia que se produce cuando acontece la ruptura de las cadenas.

Se ha mencionado anteriormente que el Dhamma es el refugio real y verdadero. A la luz de las distinciones que se han establecido, podemos precisar ahora esta afirmación. Las enseñanzas verbales del Buddha constituyen esencialmente un mapa, un corpus de instrucciones y orientaciones. Ya que tenemos que confiar en estas instrucciones para alcanzar la meta, la enseñanza cuenta como un verdadero refugio, pero lo es sólo de forma derivada. Por tanto, podemos llamarlo un refugio real y verdadero, pero indirecto.

El sendero mundano es directo puesto que debe ser practicado, pero debido a que sirve principalmente como preparación para el sendero supramundano, su función es puramente provisional. Por tanto, es un refugio real y directo, pero provisional. El sendero supramundano aprehende el nibbāna, y una vez alcanzado conduce irreversiblemente a la meta; de ahí que se le pueda llamar un refugio real, directo y superior. No obstante, incluso el sendero supramundo es un fenómeno condicionado que comparte la característica de impermanencia común a todos los fenómenos condicionados. Además, como medio para conseguir un fin, sólo posee un valor instrumental, no un valor intrínseco.

Por lo tanto su estatus como refugio no es definitivo. El estatus primordial de refugio pertenece exclusivamente a la meta, al estado incondicionado de nibbāna, que, por lo tanto, de entre los tres refugios, es el único que puede ser considerado como el refugio real, directo, superior y definitivo. Es el último descanso, la isla de paz, el santuario que ofrece refugio permanente frente a los miedos y los peligros del devenir samsárico.

Explicado por Bhikkhu Bodhi

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