Cuando el Buddha habló del Sendero Medio, no se refería a un camino recto y rígido. Los esquemas que utilizaba servían para organizar sus enseñanzas y facilitar su aprendizaje y aplicación. Sin embargo, su propio camino estuvo lleno de cambios, y muchas de sus enseñanzas se ajustaban según las capacidades y experiencias de quienes acudían a él.
Se llama “Sendero Medio” porque evita dos extremos:
- La indulgencia y el apego a los placeres sensoriales.
- La mortificación y la opresión de la naturaleza humana.
El Buddha exploró ambos y se dio cuenta de que ninguno conducía al cese del sufrimiento. Como joven destinado a ser príncipe, creció rodeado de lujos y comodidades. Sin embargo, a pesar de no carecer de nada, sentía que esa forma de vida era insatisfactoria.
Los cuatro encuentros fueron las condiciones que hicieron madurar su inclinación espiritual: el encuentro con la vejez, la enfermedad, la muerte y un asceta que lo inspiró a llevar una vida austera. Al darse cuenta de que los placeres sensoriales no podían proporcionarle una felicidad permanente, asumió que privarse de ellos y someter su cuerpo a entrenamientos extremos lo llevaría al fin del sufrimiento. Pero las prácticas ascéticas lo llevaron al borde de la muerte.
Fue entonces cuando comprendió que la censura y la represión de la naturaleza humana tampoco eran la solución. El Sendero Medio representa un modo de vida lo más armonioso posible para el cultivo de la mente. No es algo que se logre de manera inmediata, sino un proceso gradual y progresivo, donde cada persona, según sus capacidades, va transformando distintos aspectos de su vida.
El Buddha alentaba a las personas a conocer, explorar y comprender las enseñanzas, pues solo así el cambio podía ser genuino, y no una simple adhesión a creencias ciegas.
Para evitar los dos extremos, el Buddha enseñó el “Noble Óctuple Sendero”, un sistema de práctica completo que abarca todas las áreas de la vida:
- Conducta ética (Sīla)
- Meditación (Samādhi)
- Sabiduría (Paññā)
Con la purificación de la conducta, se avanza hacia la purificación de la mente. Con la purificación de la mente, surge la sabiduría. Y con este desarrollo gradual, el Buddha logró poner fin al sufrimiento.
Si bien el Noble Óctuple Sendero no es un manual rígido, sí establece condiciones necesarias para el despertar. En las próximas notas, exploraremos en mayor detalle cada uno de sus aspectos y cómo integrarlos en la práctica cotidiana.