EL ORIGEN DE TODAS LAS AFLICCIONES

“Es por el apego a los pensamientos y percepciones por lo que acabamos en un estado de discusión, en conflicto. Por eso tomamos las armas. Así es como nos peleamos. Este es el origen de todos los conflictos del mundo”.

Madhupindika Sutta

Lo que el Señor Buda quería decir con esa frase era que cuando se percibe algo, digamos por ejemplo, con la vista, entonces está el ojo, está el objeto visual, la forma visual, y rupa1.

Cuando la luz de rupa se encuentra con el ojo, entonces surge la conciencia del ojo, y la unión de esos tres elementos, a saber, el órgano sensorial, el objeto y la conciencia que surge, crea phassa2, que es el contacto sensorial”.

Cuando hay contacto de los sentidos, inmediatamente hay sensaciones, tales como sentimiento placentero, sentimiento doloroso y sentimiento neutro. Así que surge una de esas tres, y después de esa sensación surge sañña3. Que es cuando la mente registra rojo o azul o verde, o moverse o no moverse. Esa clase de percepción reconocida por la mente es sañña. Por cierto, la palabra inglesa “sign” está relacionada con la palabra pali sañña. De modo que, en términos de neurociencia, es la corteza visual la que produce un patrón particular de disparo que dice “rojo” o “azul” o “amarillo”, o “moviéndose hacia” o “alejándose”.

Luego, siguiendo a esa sañña, surge el pensamiento, vitakka4 que es pensamiento conceptual. Y el pensamiento puede ser: “Eso es rojo”, o “Eso se mueve hacia mí”. Así que vitakka, el pensamiento, es el uso del lenguaje y la memoria para describir lo que se está percibiendo. Entonces vitakka, ese pensamiento conceptual, conduce a papañca5, que es “proliferación conceptual”.
Así que este es el parloteo de la mente: “Es un rojo muy bonito. Oh, creo que lo necesito para mis cortinas pero, oh, estuve discutiendo con mi marido la semana pasada si realmente necesitamos cortinas nuevas o no”. Así que papañca es esa retahíla de pensamientos que se suceden uno tras otro, y así sucesivamente.

Es la mente perdiéndose en sus propios pensamientos y conduciendo, al final de ese proceso, a lo que se denomina papañca-sañña-sañkhara6. Así como en el discurso el Señor Buda y Maha Kaccana describieron, el proceso que trata de todo el conjunto de pensamientos y percepciones que asedian el corazón y crean la sensación de presión entre “yo aquí” y “el mundo allá”.

Esa es la sensación de conflicto, en la que la mente es llevada a un juicio particular, a un punto de vista particular. Está “yo aquí” y “el mundo allá”, y esa presión o tensión entre los dos, o hay algo que no me gusta y a lo que me opongo, o algo que me gusta y que no tengo, o algo que tengo y que temo perder. Así pues, todo esto es el resultado final de ese proceso papañca.

Básicamente, cuanto más creemos que nuestras percepciones son absolutamente reales (y las opiniones que surgen de ellas), tanto más estamos naturalmente fuera de armonía con otras personas y con el mundo que nos rodea. Estamos más absortos en nuestra propia versión del mundo y en nuestros pensamientos sobre el mundo, así que, naturalmente, estamos fuera de armonía.

Si reconocemos que así es como nos perdemos y cómo terminamos en conflicto con los demás, y nuestro buen corazón se está enterrando en nuestra contienda contra otras personas en este estado, entonces una de las formas en que podemos trabajar con eso es cuando notamos que estamos argumentando que “yo tengo razón, tú estás equivocado”, o “si fueras diferente, yo sería feliz”, o “necesitas cambiar, para que yo sea feliz”. Si nos encontramos en ese tipo de estado, deberíamos decirnos: “Un momento, ¿cómo he llegado a esta opinión en particular? ¿Cómo he llegado hasta aquí?”. Una de las prácticas que está muy relacionada con esta enseñanza se llama “rastrear las cosas hasta el origen”, o “rastrear el resplandor”.

Cuando encuentren la mente en ese estado de conflicto, juzgando a alguien o enredándote en la aversión, el odio y la tensión sobre algún otro; entonces, si siguen el hilo del pensamiento: “¿Cómo he llegado hasta aquí?”. Se dan cuenta: “Me estoy perdiendo en esta crítica sobre este partido político; ¿dónde empezó esto? Llevo 10 minutos pensando en esto, pero ¿qué fue lo que me hizo empezar a pensar en esto?”. Y reflexionan: “¿Dónde fue?” “Estaba al principio de Sukhumvit y vi a alguien con una camisa roja”. Antes de ese momento mi mente estaba bastante tranquila, entonces vi ese color y pensé: “¡Camisa roja!” y entonces empezó toda esa historia.

Así que cuanto más nos remontamos al origen, más sencillas se vuelven las cosas en el sentido de que vamos a contracorriente de papañca. Si nos empeñamos en seguir las cosas hacia atrás, en realidad veremos que todo era solo ver, oír, oler, saborear, tocar, no una gran historia. Y cuanto más retroceden hacia el origen, menos ego hay. Es solo ver, oír, oler, saborear, tocar.


1- rupa (pali): Se refiere a “forma” o “materia”, uno de los Cinco Agregados que componen la existencia individual según la filosofía budista.

2- phassa (pali): El término para “contacto”, específicamente el encuentro de los órganos de los sentidos, los objetos de los sentidos y la conciencia, que conduce a la percepción y la sensación.

3- sañña (pali): El término para “percepción”, otro de los Cinco Agregados. Es la actividad mental que etiqueta o identifica los objetos durante la experiencia sensorial.

4- vitakka (pali): La aplicación o colocación inicial de la mente en un objeto durante la meditación, considerada a menudo como un factor que conduce a la concentración.

5- papañca (pali): Se refiere a la “proliferación mental” o pensamiento excesivo, a menudo visto como un obstáculo para la comprensión clara y la iluminación.

6- papañca-sañña-sañkhara (pali): Concepto que explica cómo la proliferación mental (papañca), la percepción (sañña) y las formaciones mentales (sañkhara) interactúan para crear una compleja red de engaño.


POR AJAHN AMARO

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